La Época Donde el Infierno Ardió (Toluca 2000´s)

Durante los años finales de los noventa y el inicio de los 2000, algo había ocurrido dentro de nuestro país. Estaba claro que no era algo natural y tampoco algo pasajero, el miedo invadía a todas las casas de México cuando el rojo comenzaba a brillar. Sabíamos que el infierno había abierto sus puertas, ya que en el Nemesio Diez se vio caminar al mismísimo diablo.

Ante los ojos de muchos aficionados, el Toluca deslumbraba un juego digno de los mejores del mundo. Los diablos destrozaban los arcos de cualquier equipo con su forma tan especial de jugar, siempre demostrando que el futbol también es un arte que muy pocos logran dominar.

Todo equipo ganador tiene detrás a una mente maestra, en este caso Enrique Meza (1997-2000) y Alberto Jorge (2002-2003) eran los encargados de dirigir a los 11 guerreros que salían al campo de juego. Bajo su mando contaban con todo un plantel lleno de estrellas, entre las cuales destacaban 3. El primero de ellos era el cancerbero de la puerta del infierno, Hernán Cristante, un portero hecho para ganar récords y sobre todo para encarar las batallas más complicadas. En la mitad del campo había un mago, en su dorsal mostraba el número 10 y era reconocido como Sinha, con un pase privilegiado y un regate digno del arte expuesto en varias obras de ángeles caídos, el brasileño se alzaba entre las listas como uno de los mejores jugadores del continente. Por último, estaba el más temido de todos, un depredador en toda su expresión, conocido como “el príncipe guaraní” o “el demonio paraguayo” era el jugador que destrozaba todas las redes de México, José Saturnino Cardozo es un nombre que muchos aficionados guardan en sus mentes; ya sea porque disfrutaban de sus goles o porque sufrían cada vez que lo veían. Con estas estrellas y muchas más, cada vez que el Toluca pisaba una cancha de fútbol dejaban una huella cubierta en fuego.

Aunque su mejor nivel fue demostrado durante 1998 al 2003, el Toluca hizo de la década del 2000 su mejor época ganando un total de 5 títulos, volviéndose el tercer equipo más ganador de todo México, solo por debajo de Guadalajara y América, pero por encima de equipos grandes como Cruz Azul y Pumas de la UNAM.

En la actualidad el Toluca ya no es como antes, si bien siempre es un equipo digno de temer, ya no es aquel conjunto goleador que creaba terror hasta en las potencias del futbol mexicano. No hay duda de que los choriceros son un equipo que representa a la liga MX, sin ellos los torneos no serían iguales; ya que un conjunto con tanta historia y afición siempre será recibido de la mejor manera por los amantes del verdadero futbol.

Será cuestión de esperar un tiempo para ver si existe otra época dorada para el Toluca, otra época donde el diablo deje su descanso y decida caminar por los estadios de México, pero sobre todo otra época donde el infierno vuelva a arder.