El Judas de Cataluña (Traición de Luis Figo)
“Podrán ofrecerte la luna y las estrellas, pero al final las verdades siempre se revelan” quizá está frase sea la digna demostración de una traición, cuando una persona jura lealtad y amor hacia algo directamente se espera que esta promesa sea cumplida, pero que pasaría si esto no es así, que pasaría si esta persona decide olvidar sus palabras y decide irse dejando todo atrás. Quizá muchos de nosotros hemos pasado por esto, pero si hay un claro ejemplo que aún sigue doliendo en los corazones de millones de blaugranas es el caso de Luis Figo, el mayor traicionero del futbol.
En 1995, el portugués Luis Figo llegó al Barcelona de la mano de Johann Cruyff. Su determinación, su pasión y las ganas que ponía en cada partido fueron determinantes para que se volviera figura dentro del equipo y además fuera amado por toda la hinchada. Fue protagonista en la obtención de dos Ligas, dos Copas, una Supercopa de España, una re-copa de Europa y una Supercopa de Europa.
En cuanto a todo lo demás, Figo fue un líder nato dentro y fuera de la cancha e iba encaminado para convertirse en una de las máximas leyendas de la institución, ya que siempre demostró su amor por el Barcelona, pero tras pasar 248 partidos con la camiseta del equipo catalán, un día simplemente nada volvió a ser igual. Ante los medios se figuraba el que era el capitán del Barcelona junto a Florentino Pérez, Figo posó ante las cámaras junto a la camiseta del máximo rival, posó con la camiseta del Real Madrid.
El portugués llegó con los merengues en el año 2000 y fue parte de aquella plantilla conocida como “los galácticos”. Compartió vestuario con Zinedine Zidane, David Beckham, y “el fenómeno” Ronaldo. La salida tan repentina de nuestro protagonista al odiado rival genero un rotundo desagrado por parte de millones de aficionados que en ese momento lo apodaban “traidor”.
Fue en su primer clásico con la camiseta merengue que todo se desató. En las gradas se lograban ver carteles y banderas con la palabra “Judas”, todo dirigido para Figo, pero la escena más mítica de este partido fue durante un tiro de esquina donde Luis Figo se preparaba para cobrarlo y de un momento a otro una cabeza de cerdo impactó en el campo. Con esto se demostraba como del amor al odio solo hace falta una acción y también Figo se dio cuenta de que jamás seria perdonado por aquella afición que en su momento tanto lo respaldó.
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